San Martín fue padre el 24 de agosto de 1816, tan solo unos meses antes de comenzar la Campaña Libertadora. En ese momento, el prócer era gobernador intendente de Cuyo y residía en una vivienda de calle Corrientes, cerca de La Alameda, mismo lugar donde nació su hija. Sin embargo, su compromiso impostergable con la Patria lo llevó a alejarse de la recién nacida y su esposa, Remedios de Escalada.
Merceditas volvería a ver a su padre siete años y cientos de acontecimientos después, tras la entrevista de Guayaquil y su retiro del Perú, y después del doloroso fallecimiento de Remedios.
“Ese fue el momento de una de las decisiones más importantes de la vida del Prócer: marchar al exilio con la sola compañía de Merceditas. Esta decisión implicaría asumir un compromiso ineludible: el de educarla como una mujer de bien” (José Tello)